jueves, 7 de octubre de 2010

sobre la falda tenía el libro abierto...

Sobre la falda tenía
el libro abierto,
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros:
no veíamos las letras
ninguno, creo,
mas guardábamos entrambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo;
sólo se que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso. 
Rima XXIX de Gustavo Adolfo Bécquer


Hoy estoy... como siempre... empalagosa. 

1 comentario:

  1. Jajaja Ciertoo

    PD: ¿¿El poema te lo ha plagiado Bécquer a ti verdad??
    Te pega mucho más a ti..jaja

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