jueves, 14 de octubre de 2010

Llueve...

 

Estos días han caído gotas del cielo. Y eso me gusta, purifica el ambiente y da un toque melancólico a la ciudad. Pero la gente suele quedarse en casa, mirando la televisión, estando junto a la chimenea, o incluso haciendo ganchillo... pero yo no hago nada de eso. Yo salgo a fotografiar. 
Así que me puse mi impermeable, cogí el paraguas, y cuando llovía poco, salí a disparar con mi cámara fotográfica.



Algunos, de los pocos que me encontré por la calle, me miraban de forma divertida. Llevaba unas pintas... Chubasquero naranja, paraguas verde... parecía una zanahoria... o por mi forma redonda, una calabaza! jajaja, y si a eso le sumamos la posición extraña para no mojar la cámara... un desastre la verdad. Pero eso sí, ¡no mojé la cámara!



Las gotas caen del cielo como lágrimas caen de mis ojos... Y, según Paul Eluard, las lágrimas son los pétalos del corazón, que yo creo que se van marchitando y van cayendo en forma de desahogo... de agua... de lluvia... de tormenta... Y es cuando llueve que me siento bien, porque a veces una quiere sentirse...


...sola.

 Fotos: Neus Hernández.

1 comentario:

  1. Me gusta la del paseante espontáneo :) (las otras también, pero esa más).

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